jueves, 25 de octubre de 2012

Los pies



Nuestros pies son a menudo los grandes olvidados sobretodo en invierno cuando no los enseñamos, pero debemos darles el cuidado que se merecen durante todo el año. Necesitan de un tiempo de dedicación por el trabajo que tienen a diario, cargan nuestro peso y nos llevan para todos lados, realizan un trabajo duro pero reciben poca atención, lo que a larga produce callos y asperezas.


Por la excesiva presión o fricción en un área determinada del pie, suele aparecer una capa de piel endurecida y gruesa que generalmente se forma en áreas que sobresalen.

Los callos y durezas son la forma que tiene el organismo de defenderse de la presión y el roce constantes del calzado sobre los pies, y lo hace formando capas de piel en los puntos de presión.
Las durezas se localizan generalmente en la planta del pie o en el talón, y abarcan un área más amplia que los callos, que se suelen formar sobre los dedos de los pies o entre ellos.

Los callos pueden deberse principalmente a problemas de postura, a la forma de andar, a que el peso del cuerpo no se sostiene de forma equilibrada, a zapatos no adecuados, o a problemas de deformación en los huesos.
Los callos pueden ser muy molestos, igual que las durezas que afean los pies y pueden llegar a doler, pero afortunadamente hay varios tratamientos para eliminarlos o mejorarlos. 
El más adecuado es el limado, que reduce la presión que producen las duricias. Con un torno eléctrico, veremos que la eliminación de callos y duricias es rápida y eficaz: se usan fresas destinadas exclusivamente al limado de piel endurecida. Comprobaremos que después de su uso, la piel antes dura y quebradiza se torna suave, y es que una de las mayores ventajas del torno eléctrico es que únicamente elimina la piel muerta, evitando así posibles lesiones como los cortes.
Una buena pedicura comprende los siguiente pasos:

1. Limpiar los pies en el pediluvio, donde podemos darnos un pequeño masaje de burbujas.
2. Retirar el esmalte viejo y desgastado de las uñas si lo hubiera. 
3. Cortar y dar forma a las uñas, o si no están muy largas las limaríamos.
4. Eliminación de cutículas con un palito de naranjo, o mejor aun, con el torno eléctrico.
5. Eliminar las durezas y los callos con el torno eléctrico. Esta es la parte más laboriosa según el estado en el que se encuentren nuestros pies. Los pies son los primeros que nos dirán cuando necesitan un retoque, de esta manera la eliminación de piel muerta será más rápida, efectiva, y será la responsable de que no sufran. También se pueden rebajar un poco y con cuidado, las estrías de las uñas si las hubiera.
6. Limpieza del polvo producido por el limado con agua limpia y secado de los pies.
7. Aplicaremos un exfoliante para pies masajeandolos firmemente, así afinaremos la eliminación de durezas y les retiraremos la capa de piel muerta.
8. Limpiaremos los pies para eliminar el exfoliante y las células muertas que se hayan desprendido con agua limpia.
9. Esta es la mejor parte y la más agradable, donde se masajean los pies de forma apropiada, a la vez que se hidratan.   
10. Para finalizar, se esmaltan las uñas con el folor deseado, o simplemente se pulen para resaltar su brillo natural.
Siguiendo todos estos pasos, conseguiremos unos pies bonitos, cuidados, y sin molestas durezas o callos, preparados para soportar cualquier día por duro que sea. Hay que tomarlo como "tiempo para una misma" más que como tiempo decicado a los pies, ya que la pedicura es una técnica agradable y relajante, a la vez que cuida una parte muy importante de nuestro cuerpo.
 


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