Nuestros pies son a menudo los grandes olvidados sobretodo en invierno cuando no los enseñamos, pero debemos darles el cuidado que se merecen durante todo el año. Necesitan de un tiempo de dedicación por el trabajo que tienen a diario, cargan nuestro peso y nos llevan para todos lados, realizan un trabajo duro pero reciben poca atención, lo que a larga produce callos y asperezas.
Por la excesiva presión o fricción en un
área determinada del pie, suele aparecer una capa de piel endurecida y gruesa que
generalmente se forma en áreas que sobresalen.
Los callos y durezas son la forma que tiene el organismo de defenderse de la presión y el roce constantes del calzado sobre los pies, y lo hace formando capas de piel en los puntos de presión.
Las durezas se localizan generalmente en la planta del pie o en el talón, y abarcan un área más amplia que los callos, que se suelen formar sobre los dedos de los pies o entre ellos.
Los callos pueden deberse principalmente a problemas de
postura, a la forma de andar, a que el peso del cuerpo no se sostiene de forma equilibrada, a zapatos no adecuados, o a problemas de
deformación en los huesos.
Los callos pueden ser muy molestos, igual que las durezas que afean los pies y pueden llegar a doler, pero afortunadamente hay varios
tratamientos para eliminarlos o mejorarlos. 
Una buena pedicura comprende los siguiente pasos:
2. Retirar el esmalte viejo y desgastado de las uñas si lo hubiera.
3. Cortar y dar forma a las uñas, o si no están muy largas las limaríamos.
4. Eliminación de cutículas con un palito de naranjo, o mejor aun, con el torno eléctrico.
5. Eliminar las durezas y los callos con el torno eléctrico. Esta es la parte más laboriosa según el estado en el que se encuentren nuestros pies. Los pies son los primeros que nos dirán cuando necesitan un retoque, de esta manera la eliminación de piel muerta será más rápida, efectiva, y será la responsable de que no sufran. También se pueden rebajar un poco y con cuidado, las estrías de las uñas si las hubiera.
6. Limpieza del polvo producido por el limado con agua limpia y secado de los pies.
7. Aplicaremos un exfoliante para pies masajeandolos firmemente, así afinaremos la eliminación de durezas y les retiraremos la capa de piel muerta.
8. Limpiaremos los pies para eliminar el exfoliante y las células muertas que se hayan desprendido con agua limpia.
9. Esta es la mejor parte y la más agradable, donde se masajean los pies de forma apropiada, a la vez que se hidratan.
10. Para finalizar, se esmaltan las uñas con el folor deseado, o simplemente se pulen para resaltar su brillo natural.
Siguiendo todos estos pasos, conseguiremos unos pies bonitos, cuidados, y sin molestas durezas o callos, preparados para soportar cualquier día por duro que sea. Hay que tomarlo como "tiempo para una misma" más que como tiempo decicado a los pies, ya que la pedicura es una técnica agradable y relajante, a la vez que cuida una parte muy importante de nuestro cuerpo.
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